Hay quien ironiza, cuando se dice que el castellano está discriminado, diciendo que «ya lo veo, cómo nadie lo puede hablar por la calle». Muy graciosos. Pero bueno, tampoco se prohíbe hablar en chuvasio ni en somalí. Ni aquí ni en la China popular. (vamos, es que ni Franco prohibía hablar catalán por la calle )
El problema es que Catalunya se compone de dos comunidades lingüísticas casi al 50% y aquí una es minorizada y despreciada institucionalmente (y en todos los aspectos donde llega el poder político).
Hay una lengua que pretende ser arrinconada a eso, al ámbito de lo privado, del hablar por la calle y con los abuelos. Pero aún tenemos que dar gracias por poderla hablar «por la calle».
Sencillamente se pide IGUALDAD.